Wednesday, April 17, 2024

Querido Diario II

 Diego Gaviria.

Empezando este año, fui a un examen médico de ingreso y tenía una prueba psicosensométrica. El psicólogo que me atendió me orientó en la prueba de reflejos y coordinación, en la que históricamente he sido muy torpe, y luego pasó a hacerme algunas preguntas personales. Se enfocó en mi separación: qué había pasado, cuál había sido el punto de quiebre, etc. Yo le respondía porque intuía que una situación de ese calibre le podía dar a él una idea de qué tan cuerda estaba y cómo afrontaba la adversidad. Era muy crudo al hablar... directo, punzante... y decía una que otra barbarie como que la separación había sido mi culpa por haber idealizado a la pareja. Luego me dijo que si él no se había ido antes era porque yo tenía algo "muy rico" que él no quería dejar. Me dijo que él había tenido oportunidad de meterse con pacientes y que no había querido. Me dijo que si él quisiera algo conmigo me buscaría en otro entorno, distinto al consultorio. Hasta me dijo que le gustaría comerse un helado con mi hijo. En fin, fueron muchos disparates y yo estaba entre escucharlo, reírme, voltear los ojos, y hasta defenderme de las cosas que rayaban con la integridad. Salí pensando que era un bobo, pero repasaba todo lo que me había dicho y entre más cerca estaba del apartamento, más sentía que debí haber dejado un canal abierto con él. Pensé, "bueno, ¿y para qué un tipo sensato? Mejor que sea bobo, de esos uno no se enamora... no es que quiera volverme a casar. Lo único que necesito es alguien que sea directo respecto a lo que quiere, y el tipo lo hace. Le gusta hablar... se le pueden debatir sus bobadas entre cervezas. Además, la conversación que tuvimos, dentro de todo, fue superior a la que uno podría tener en una aplicación de citas... En una página de esas, hubiera sido suficiente para querer conocer más a alguien... Y mejor así, que entrar a un sitio de esos a ciegas, sin saber con qué se vaya uno a encontrar. Y a todas estas, tampoco es que haya estado muy arreglada hoy. Si le interesé como estoy, la cosa se puede poner mejor"... Todo eso transcurría en mi cabeza y al llegar a casa, traté de buscarlo en Internet. Encontré un par de trabajos de la universidad de donde egresó, uno sobre Pablo Escobar y otro que era su tesis final, sobre el castigo a los niños. No había correos electrónicos, ni hubo indicios de perfiles en redes sociales. Lo busqué al derecho y al revés pero la huella digital del tipo estaba bien cubierta. En ese punto, volverlo a contactar se sentía como un reto. Pensé en que la última alternativa era volver al centro médico pidiéndo otra prueba con él. Era una prueba que él me había sugerido tomar y si me volvía a ver, no se le iba a hacer raro. Escribí para agendar la cita, pregunté si la cita podía ser con el mismo profesional, traté de argumentarlo... pero me dijeron que él ya no trabajaba para ellos. Pensé, "jum, ¿con cuántas más habrá hecho lo mismo? Fijo otra de ellas lo denunció, por bocón"... Y hasta ahí llegó la aventura de encontrarlo.

Pasaron los meses y recientemente me vino otro pensamiento: las personas son energía. No importa si el paso de las personas es pasajero o permanente, la energía debe ser limpia, tranquila. ¿Por qué no conocer a un tipo sano? Es preferible cortar el vínculo si se torna peligrosamente cercano, pero empezar y terminar desde el alimento espiritual y no solo desde el contacto físico. Es una manera de honrarse y respetarse a sí mismo. Si uno merece algo mejor, si uno está en otro estado evolutivo... hay que actuar en consecuencia.

Ayer mi brazo rozó el brazo de un hombre que estaba de pie en el Metro y fue como esa escena de Ratatouille, donde el crítico de restaurantes toma una cucharada de sopa y tiene recuerdos de su infancia. Yo sentí un poco de ese calor que surge con la cercanía, añoré un abrazo. Con esa chispa me di cuenta de lo mucho que me hacen falta... pero dentro de todo, agradezco el tiempo en que pueda seguir estando sola, porque eso me va a permitir enfocar mi energía en metas que dependen de mí. Voy a vivir en un apartamento propio, voy a seguir estudiando, voy a seguir velando por la salud y crianza de mi hijo... y que la ley de atracción se ocupe de lo demás.

No comments:

Post a Comment