Traté de guardar la concentración en el trabajo, pero era imposible. Aún me cuesta. Pasaba días enteros sin poderme enfocar. Me di cuenta, casi como si fuera una persona externa a mí, que estaba deprimida... esta vez de una manera extraña. Yo misma me decía, "tus sentimientos se están apoderando de ti", como si tratara de ser mi propia terapia. Debe ser la convicción de estar sola, de ser el único ser humano que se interesa realmente y puede sacarme del hoyo.
Me preguntaba, "¿por qué estaré así?... si el tiempo ha pasado y no duele tanto". Entonces, recordé un episodio que ocurrió un par de meses atrás. Mi niño había llegado de ver al papá, contándome que había ido al Parque Arví con una amiga del papá. Yo quise decirme a mí misma que había sido una niña, de la edad de mi hijo, que se habían encontrado en el camino y se había hecho su amiga. Quise haber creído eso. Mi niño seguía recordando y viendo imágenes que le traían a la mente ese paseo. Cada vez era más claro que se trataba de una mujer adulta. Me tomó dos meses el poderlo entender, y aún no lo puedo aceptar.
Ya no es amor hacia él. Es una rabia infinita. Mi hijo es parte profunda de mí. ¿Acaso es un hobby, o un trofeo? ¿No basta con mostrarle alguna foto a su nueva enamorada, que tiene que usarlo para jugar a la nueva familia, reemplazando la pieza defectuosa?... Es la perpetuación de la humillación, por haber intentado de mil y un maneras gastar tiempo y dinero en salidas a la crisis, cuando para él fue tan fácil perderse en un bosque con una nueva aspiración, a seis meses de haberme ido del apartamento. Me siento usada... por años y sin ningún sentido. Todo lo que sentí solamente estuvo en mi cabeza. Él solamente sostenía la fantasía.
Tomó el hábito de no leer los mensajes que le enviaba sino hasta las cinco de la tarde, a veces con un lapso de 24 horas, aunque fuera urgente una respuesta de su parte. Cuántas maneras de decirle a alguien "no me importó y ahora menos", que duele aún más por tener que ver con ese hijo que él dice amar. La verdad es que él no lo ama, sino que es otro accesorio en su vida, uno que le puede mostrar a su nueva mujer. Me invadió la culpa... "más boba usted, no le vuelva a escribir y ya. Defiéndase sola"... y sola estoy. No pienso contar con él nunca jamás. El padre que escogí para mi hijo se murió... o mejor, lo que yo creí escoger nunca existió. No importa cuánto crea conocer a alguien, nunca es suficiente. Nadie es lo que parece. La humanidad es una mierda. He ahí mi tristeza.
Para reponer el trabajo perdido, he tenido que poner la alarma del reloj a horas de la madrugada. Eso ha hecho que recuerde sueños y pesadillas de una manera vívida... Ahora empiezo a creer que siempre tuve pesadillas, pero no lo sabía porque las olvidaba. Anoche soñé que abría una puerta y entraba a una sala llena de murciélagos que se lanzaron sobre mis piernas. Le grité a un hombre que me veía, "¿Qué hago?", pero el tipo me dio la espalda y se fue. Yo sacudí los murciélagos que pude con las manos, salí, cerré la puerta y seguí sacudiendo a los murciélagos afuera. Tenía las piernas descarnadas, me sentía mareada por la sangre perdida, pero seguía caminando. No sé si sea un mensaje de mi cerebro, eso de seguir caminando en este mundo indolente.
Es fácil nombrar a un ladrón, a un violador, a un asesino... pero a esos hijueputas seriales que le causan daño a las personas que los aman, ¿quién los aparta de la sociedad para que no abusen de otr@s nuevamente?...
Dios existe, pero el karma toma tiempo y yo no tengo paciencia.
El tipo se intentó suicidar y yo lo llevé al hospital. Se dió cuenta que era una basura y cuando él mismo iba a sacarse del camino, yo lo regresé. Le ayudé a tener una segunda oportunidad, sólo para que me acabara de destruir. Haberle ayudado ha sido el error más grande que he cometido.
